martes, 16 de agosto de 2011

El Nota (The Dude)

a veces hay un hombre, no diré un héroe, porque ¿qué es un héroe? pero a veces hay un hombre, y aquí me estoy refiriendo al Nota…


El Nota no es un héroe. El Nota es un vago que vive en la ciudad de Los Angeles haciendo lo que le gusta y sin demasiadas preocupaciones. Tampoco aspira a demasiado y así va, con una vida tranquila entre partidas de bolos, bebiendo rusos blancos (vodka, leche y licor de café) y escuchando a los Creedence en el coche cuando no tumbado en casa. No diferencia entre los días laborables y los fines de semana, no tiene que estar pendiente de tener la casa limpia y ordenada y sus mejores amigos son sus compañeros de bolos. El pasota que todos llevamos dentro mira al Nota con una sonrisa reconociendo la vida que siempre anheló. El Nota es su héroe.

El gran Lebowski (Joel Coen, 1998) mete a un personaje como El Nota en una historia enrevesada por la que acaba investigando un secuestro, y esa historia sirve de excusa para que conozcamos un desfile de personajes caricaturizados con más estilo del que nunca tuvieron, personajes a los que algún día teníamos que conocer. Jeff Bridges y John Goodman tienen más minutos que nadie en pantalla y dan lo mejor de si, pero aquí hay decenas de secundarios con puede que menos de un minuto en escena (ese casero aficionado a la actuación, el taxista fan de los Eagles, los nihilistas...) pero todo su valor bien aprovechado. Esto es lo verdaderamente cómico de El gran Lebowski, cada uno de esos pintorescos personajes desenvolviéndose en una trama construida por sus mismas personalidades de manicomio.


Los hermanos Coen se gustan filmándoles y como resultado tenemos algunas escenas y diálogos que ya se han colado entre lo más recordado del cine en su época, como la épica entrada en escena de Jesús Quintana (John Turturro) o los desvariados razonamientos de Walter (John Goodman). En definitiva, una buena opción para hacer reír no solo al pasota que llevas dentro, sino a toda el rango de pequeños yo a los que nunca dejas salir del todo, el rato de recreo en tu cabeza que querrías tomarte más a menudo.

Ah, no soy un talibán de la versión original, pero El gran Lebowski es de las que merecen el esfuerzo, de verdad, The Dude se lo merece y mucho.

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